domingo, 22 de septiembre de 2013

CARLO

Si de aquellos ojos claros
hubierán salido palabras
¿Qué no me habrían dicho?
¿Qué no habrían clamado?
 
Y de tu boquita yerta
atravesada por esa flecha
solo un gémido callado
¿Qué no habría contado?
 
Tus manitas tan pequeñas
se aferran a mi cuál naufrágo
como buscando la fuerza
como en súplica aferrado.
 
Tus gemidos gúturales
aquí los tengo gravados
dentro muy dentro del pecho
que jamás podré olvidarles.
 
Le pedí a la luz del sol
que brillara como un rayo
y te devuelva la vida
que te roban paso a paso.
 
Y le pedí al Dios eterno
que me deje oírte hablar
musitarme al oído
como te quiero Mamá.
 
Si tus ojitos tan claros
pudierán gritar ahora
seguro querrían decirme
que te deje en esa hora.
 
 
Más que mirar
me acarician
y me duele
aquí en el pecho.
 
Ver obscurecer tu cielo
que estuvó lleno de estrellas
y se torna negro,negro
no ha quedado ni una de ellas.
 
Si tus ojazos de miel
pudierán decirme algo
yo sería la más dichosa
de poder llamarte Carlo.


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