domingo, 16 de noviembre de 2014

Un llanto perfumado

Como tuvieron alas
las azucenas
y volaron;
como el viento
o como la luz del relámpago.

Que inquietas las doncellas
se volvieron piedras;
o gotas de agua
chorreando sangre
bajo las estrellas.

Como las palomas huyen
después del sonido
del campanario;
o del ruido que ensordece
y provoca llanto.

Como marchitarón sus labios
las azucenas,
y quedó su voz perdida
en el grito de una noche
o en el lamento mudo
o en el recuerdo olvidado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Entrada destacada

AUTORRETRATO

Hablemos claro... yo no soy una sombra; soy un alma, con cuerpo y con memoria. Un destino en un mundo inalcanzable; la geog...