I
Hasta la luna
conoce mís albores
y el sentimiento
que en mi corazón anida,
y goza reflejando en mil colores
su luz radiante
que a mis ojos aniquila.
Si hubiera yo sabido
que del amor quedaron
las noches inconclusas
y un latido sofocado
tetrico desvelo sín luz
y sín fortuna
nunca habría atrapado
en el cofre de mís manos
la dulce espera
y la espreranza nula.
Y así, la luna
jamás hubiera hurgado
en mi tristeza
o en el rincón callado
de un corazón y su nobleza.
¿ Y ahora ?
es tarde,
y el tiempo ha consumado
de aquél romance
y una vana espera
de un día amarte
y que tu me ames
aunque no quisieras.
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