Desde que te conozco,
es la primera vez que se asoman a mis ojos
unas gotas de llanto;
- y un nudo en la garganta amenaza
con ahogar mis emociones-
porque este amor
que guardo aquí en mi pecho
es tan grande
como tus mentiras piadosas.
Y a pesar de que quiero
mantener ese cariño
que ha crecido
como el camino que nos separa
y cada día se hace mas largo...
Solo me queda contemplar desde lo lejos
como duele decirte adiós.
Aunque mi pecho sangre
y mi alma se entristece,
no me queda mas remedio
que aceptar
que nunca serás para mi.
AIDA ALANIS
MARZO 26 2016
Triste y delicado poema Aida.
ResponderBorrarMe ha gustado mucho.
Abrazos.
Gracias por leerme Rosa María, un gran abrazo desde la distancia!
ResponderBorrar