martes, 12 de noviembre de 2013

TRISTEZA

Una flor marchita
que pierde su brillo
y cae por el viento
no florece más.
 
Y las hojas secas
que virerten las ramas
y caen por el suelo
inmóviles van.
 
Y aquélla gaviota
que cruzó los mares
con las alas rotas
ya no vuela más.
 
Y el tiempo silente
aumenta su marcha
cuál péndulo vivo
inhóspito andar.
 
El alma enmudece
y el corazón calla
no hay queja ni llanto
murió su penar.

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