Y de nuevo la noche
me pone a pensar que no te tengo,
me pone a pensar que no te tengo,
y ni siquiera el cielo puede consolarme
porque se tornó negro.
Y mis ojos , te buscan
y solo puedo ver
una tenue luz
allá a lo lejos.
Pero aún así
aunque no estás conmigo;
ni la noche es estrellada
mi corazón te guarda.
Y mi ser te espera
y mis labios se cierran
como esperando los tuyos,
para posarse en ellos.
Entonces mi alma
se vuelve triste;
porque la noche es inmensa
como la soledad que arrecia.
Fría , silencia
como este cielo
que una vez más
se torná negro.
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